De los escritos de fray rastrillo

Cyperus nana
Papiros enanos

Howard Carter

Howard Carter, viajo a Egipto como dibujante, luego de tiempo de trabajo fue cuando comenzó a aparecer como investigador y arqueólogo importante. Algunos de sus diarios de los primeros tiempos encontrados en los archivos de Westminster hablan de una especie vegetal (Cyperus nana) a la cual le es atribuida la facultad de colaborar con la vida de quien la cultiva, en los diarios se hallan dibujos de esta planta pero dichos gráficos están encriptados en imágenes que para todos son comunes. H.C. explica haber encontrado de manera casual el uso de esa planta, hablamos de los papiros enanos, ellos fueron cultivados por los egipcios en los jardines interiores y lejos de la vista del público, en muchos casos se encontraban en las habitaciones de los gobernantes y sacerdotes.

Los dibujos que anexamos son bastante conocidos, pero con el añadido de que en los diarios mantenidos en secreto esta su verdadero sentido: allí H.C. comenta sobre algunos jeroglíficos que describen el cultivo de esta planta y además de la existencia de ella en un lugar remoto allende el mar. Algunos investigadores quedaron en asombro cuando en imágenes prehispánicas de origen maya e inca encontraron graficaciones de dichos vegetales, es así como se ha iniciado una relación entre Egipto antiguo y la América prehispánica...

De cualquier modo esa plantita siempre fue cultivada en secreto por sus propiedades de mantener la atención de algunos en asuntos que no son de su incumbencia.

fray rastrillo

CODEX BURANUS

TARKOSVKI en el bosque (1): Andrei Rublev.




“¡Mira! Pasé delante de este abedul cada día y nunca lo noté. Cuando sabes que no lo volverás a ver es mas significativo.”

Sin bosque no hay cobijo. Fuera, la paja es agrupada siniestramente en los campos; como desechos, despojos producidos por los humanos. Como la envidia, la vanidad, la falta de integridad, de Kirill.

En las entrañas del bosque borbotean los procesos de la vida: los caminos de las hormigas, misteriosas aguas pantanosas, la serpiente en la tierra; incluso la muerte desprende su halo fértil a la tierra: una garza en putrefacción bajo el árbol.

Frente a los grandes árboles y al río se parlamenta sobre las maldades."Nunca es demasiado tarde para arrepentirse.” Allá arriba la crucifixión, en un monte pelado, un árbol a lo sumo, de testigo, y la nieve en los corazones inmovilizados.

El canto del fuego y de los ruiseñores, agua y juego, la repetición de un acto, desnudez y risa: es primavera frente al monje; “¿Qué pecado? La noche es para hacer el amor, ¿es el amor un pecado?”.

Los ejércitos ortodoxos de la conversión serán los encargados de reprimir la religión de la vida al borde del bosque, “Porque son unos malditos paganos. No creen en un Dios”. Ella huye, también de la conciencia del monje, para esconderse de los soldados en la floresta. El bosque es siempre lugar de huida, de los poderes. A veces caes sin llegar a sus orillas, a sus lindes.

“Estos bosques son impenetrables. Estoy todo rasguñado. La gente de la localidad esta acostumbrada. Para ellos todo es una cuestión de costumbre. No necesitan pensar, sus días pasan tal como acostumbran. Pero quizás... conscientemente disfrutan de la manera en que los días se arrastran”.

Pero las cosas de los hombres se resuelven fuera del bosque.

ICONOS DIVINOS CON LOS COLORES DE LA NATURA.